Caer al vacío, comenzar de nuevo, la primera cita, abrir un regalo, cerrar los ojos, el primer día, la primera hora, el comienzo, el final... son algunas de las cosas que pueden producir incertidumbre.

Pero ahora nos ocuparemos del caso que sigue, un tema emergente de las sesiones de investigación artística de nuestro grupo, que a raíz de trabajar el cuerpo a través del movimiento interno, creativo y auténtico ,y extrapolar lo que sucede, en concepto de emoción-cuerpo-cognición, al campo de trabajo de la educacion en tiempo libre brota de él la pregunta siguiente:

¿Qué sucede cuando un grupo de adolescentes llegan a un espacio nuevo y abierto, donde se plantean actividades educativas al aire libre? O lo que sería lo mismo. ¿Qué se mueve en los grupos de ESPLAI cuando estan en un contexto abierto y nuevo?” R.

Han sido cuatro sesiones en las cuales hemos experimentado en cuerpo propio la incertidumbre, para así encontrar una o varias posibles respuestas.

Ya sólo decir que la pregunta deviene de una necesidad corporal, es decir, la formulación de tal cuestión es generada ante el trabajo realizado en movimiento durante varias sesiones, dónde se pone énfasis en la experimentación con las extremidades (brazos, piernas), la exploración del espacio y la consolidación del grupo de trabajo. Todas estas dinámicas tienen que ver con la periferia, con lo que está más alejado de nuestro centro corporal, situado en el abdomen. Así pues no es de extrañar que surga esta incognita. El cuerpo pide acciones de movimiento que compense la periferia.

Hemos de tener en cuenta que cuando trabajamos con adolescentes, los cuales están pasando por el corte del cordón umbilical y creandose como seres autónomos sociales, éstos tienden a estar descentrados, desubicados, buscándose . Así que si los llevamos a espacios muy abiertos, de más libertad, de mucha actividad hacia afuera (juegos, dinámicas, deporte, investigación, exploración....) van a sentir su incertidumbre de una manera más clara. La reacción ante lo incertero, lo desconocido, puede ser diversa: emocionalidad, parálisis, creatividad, conflicto, agresividad, rebeldía, miedo...
En nuestro taller observamos que surgió la NECESIDAD DE CON-CENTRARSE. De encontrar un punto contenedor, firme y enraizado.

Por lo que se dedujo que un educador o monitor ha de estar en el centro de todo lo que sucede, ha de ser un buen referente, sostener al grupo desde el lugar central y al mismo tiempo debe dejar el espacio suficiente para que las partes, en este caso los adolescentes, sientan el apoyo y se acerquen a dicho centro como si de un imán se tratase.

Así que todas las dinámicas que sigan esta estructura servirán como estrategia de intervención.


Así pues, hemos encontrado una herramienta para trabajar con la incertidumbre:



CERTIDUMBRE Y CENTRO: Una estrella que inhala y exhala

El punto energético que existe en el vientre, el lugar de la creación, de la emoción, lo visceral,
tórax y abdomen. La región abdominal es fuente de energía en cuanto a zona de conexión de las dos fuerzas fundamentales creadoras de vida: el sexo y la respiración. Es por esto que el cuerpo del bailarín para llegar a ser plenamente expresivo debe hacer visible todo gesto proveniente de esa zona central, rica en energía. Justamente es el dominio de la zona abdominal lo que permite al bailarín tener un equilibrio en toda posición y un centro del cual se desprende toda la energía. Por ejemplo, este centro permite incorporarse de cada caída sin aparente punto de apoyo.
Extrapolada esta teoría del centro en la danza al centro del adolescente, podemos decir que éste necesita estar bien centrado para poder incorporarse en su vida, en sus frustraciones, ha de encontrar su apoyo en esta etapa tan dificil en él/ella mismo/a.
Hablando en sesión de ello, vimos lo alejados que están los adolescentes del reconocimiento de su centro corporal , y de la importancia y repercusión que ésto está teniendo.

DINÁMICA DONDE DESCUBRIR EL CENTRO CORPORAL:

Recuerdo una salida que hice con unos chicos. Ellos pertenecian a un “centre obert”, un centro donde se trabaja con ellos desde diferentes puntos o ejes (escolar, familiar, tiempo libre y otros). Es un centro abierto donde el/la adolescente se dirige para nutrirse del contacto con otros adolescentes, de los juegos, talleres, aulas de informática que les proporcionamos, de las clases extraescolares que se les dan, del apoyo psico-emocional que reciben.El colectivo del que os hablo está denominado como “adolescentes en riesgo de exclusión social”
Bueno, pues hicimos unas colonias en semana santa, les dejabamos tiempo libre, por lo que estos chicos solían aburrirse y buscarnos para hacer actividades. Esto era interesante ya que eran ellos los que nos demandaban, y no al revés, (para ellos muchas de las propuestas que viniesen de su educadores lo relacionaban con los límites y su necesidad de saltarlos) . Así que fuimos a dar un paseo por el bosque y encontramos una esplanada donde tumbarnos. Como muy natural les propusimos hacer respiraciones, y escuchar el sonido de la naturaleza, y luego les invitamos a tumbarse en las barrigas de sus compañeros para hacer una “espiga de risoterapia”. Podían sentir su centro, presionado por la cabeza de su compañero/a y escuchar el centro del otro/a.

Dinámicas de este tipo son sólo un ejemplo, ya que podemos trabajarlo desde disciplinas tales como: Las artes marciales, el hip-hop, el flamenco, danza del vientre, salsa...
Con actividades donde haya que cargar peso, dando indicadiones de ejercer la fuerza desde el abdomen y dirigir la energia correctamente para tal ejercicio.
Ejercicios como la brocheta, tira de la cuerda, equilibrios tanto en parejas como individualmente. Dinamicas donde se mueve el cuerpo desde el tronco hacia las extremidades ( acciones que tienen que ver con hendir el aire, con la lucha)

Para un adolescente es muy positivo descubrirse libremente, en espacios lúdicos y de relación. Bajo estas condiciones afloran sus realidades y creando espacios posibles para sosotenerlos y acompañarlos se realiza un trabajo pedagógico de calidad. Ofrecerles herramientas que les ayuden en esta andadura es labor del educador. Fomentar el trabajo de autoconcimiento a través de la conexión con su centro corporal aventaja la tarea educativa de la superación de la incertidumbre.

Nosotros seguimos investigando, asi que os animo a que participeis con vuestra sabiduria en ésta teoría sobre “la certudumbre y el centro”.

Pedagogía en Movimiento

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